Compresión de la médula espinal
¿Qué es la compresión de la médula espinal?
La compresión de la médula espinal se produce por cualquier afección que ejerza presión sobre la médula espinal. La médula espinal es el conjunto de nervios que transportan mensajes de ida y vuelta desde el cerebro hasta los músculos y otros tejidos blandos. La médula espinal desciende por la espalda y está protegida por una pila de huesos llamados vértebras. Estos huesos también permiten mantener el cuerpo erguido. Los nervios de la médula espinal pasan a través de las aberturas que hay entre las vértebras y llegan a los músculos.
La compresión de la médula espinal puede ocurrir en cualquier lugar, desde el cuello (columna vertebral cervical) hasta la parte baja de la espalda (parte superior de la columna vertebral lumbar). Los síntomas incluyen entumecimiento, dolor, debilidad y pérdida del control de los intestinos y de la vejiga. Dependiendo de la causa de la compresión, los síntomas pueden desarrollarse de forma repentina o gradual. Los cuidados pueden variar desde la atención de apoyo hasta una cirugía de emergencia. Si la compresión se vuelve grave, puede ocurrir una afección llamada mielopatía. La mielopatía causa síntomas, como problemas para caminar, dolor y entumecimiento.
¿Qué causa la compresión de la médula espinal?
Una de las causas más comunes de compresión de la médula espinal es el desgaste gradual de los huesos de la columna vertebral. Esto se conoce como artrosis. Las personas que presentan compresión de la médula espinal a causa de esto suelen tener más de 50 años.
Hay otras afecciones que pueden causar compresión de la médula espinal y se desarrollan más rápidamente, incluso de manera muy repentina. Las siguientes afecciones pueden ocurrir a cualquier edad:
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Alineación anormal de la columna vertebral (escoliosis)
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Lesión en la columna vertebral
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Tumor espinal
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Determinadas enfermedades de los huesos
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Artritis reumatoide
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Infección
¿Cuáles son los síntomas de la compresión de la médula espinal?
Los síntomas de compresión de la médula espinal pueden aparecer de forma rápida o lenta. Dependen de la causa. Las lesiones pueden causar síntomas inmediatos. Los tumores o las infecciones pueden causar síntomas que se desarrollan durante días o semanas. El desgaste de la columna vertebral puede tardar años en causar síntomas.
Los siguientes son los síntomas comunes:
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Dolor y rigidez en el cuello, en la espalda o en la parte baja de la espalda
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Dolor ardiente que se extiende a los brazos, a los glúteos o a las piernas (ciática)
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Entumecimiento, calambres o debilidad en brazos, manos o piernas
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Pérdida de sensibilidad en los pies
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Dificultad con la coordinación de manos o piernas
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"Pie caído" (debilidad en un pie que causa cojera)
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Pérdida de la capacidad sexual
La presión sobre los nervios en la región lumbar (parte baja de la espalda) también puede causar síntomas más graves conocidos como síndrome de cola de caballo. Si tiene alguno de estos síntomas, debe buscar atención médica de inmediato, por lo general, en la sala de emergencias:
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Pérdida de control del intestino o de la vejiga
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Entumecimiento intenso o en aumento entre las piernas, en la parte interna de los muslos y en la parte posterior de las piernas
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Dolor intenso y debilidad que se extiende a una pierna o a ambas, lo que dificulta caminar o levantarse de una silla
¿Cómo se diagnostica la compresión de la médula espinal?
Para diagnosticar la compresión de la médula espinal, el proveedor de atención médica le preguntará sobre los síntomas y le hará una exploración física completa. Durante la exploración, buscará signos de compresión espinal, como pérdida de sensibilidad, debilidad y reflejos anormales. Las siguientes son pruebas que permiten hacer un diagnóstico:
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Radiografías de la columna vertebral. Se pueden observar crecimientos óseos llamados espolones que presionan los nervios espinales. En las radiografías, también se puede observar si hay una alineación anormal de la columna vertebral.
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Pruebas de diagnóstico por imágenes especiales de la columna vertebral. Una tomografía computarizada o una resonancia magnética permitirán obtener una visión más detallada de la médula espinal y de las estructuras que la rodean.
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Otros estudios. Pueden incluir una gammagrafía ósea, una radiografía especial o una tomografía computarizada hecha después de inyectar un medio de contraste en la columna vertebral (mielograma) y una electromiografía (EMG), que es una prueba eléctrica de la actividad muscular.
¿Cómo se trata la compresión de la médula espinal?
El equipo médico involucrado en el tratamiento de la compresión de la médula espinal puede incluir especialistas en artritis, cirujanos óseos, especialistas en nervios y fisioterapeutas. El tratamiento depende de la causa y de los síntomas. Puede incluir medicamentos, fisioterapia, inyecciones y cirugía. Excepto en casos de emergencia, como el síndrome de cola de caballo o una fractura de espalda, la cirugía suele ser el último recurso.
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Los medicamentos pueden incluir medicamentos antinflamatorios no esteroideos (AINE), que alivian el dolor y la hinchazón, e inyecciones de esteroides, que reducen la hinchazón.
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En los casos de compresión más aguda de la médula espinal, se usan dosis altas de esteroides para salvar las células nerviosas hasta que se pueda administrar otro tratamiento.
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La radioterapia se puede usar para reducir tumores que compriman la médula espinal.
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La fisioterapia puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda, el abdomen y las piernas. Es posible que le enseñen a hacer actividades de forma más segura. También pueden ser útiles aparatos ortopédicos para sostener la espalda o un collar cervical.
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Los tratamientos quirúrgicos incluyen la eliminación de los espolones óseos y la ampliación del espacio entre las vértebras. Se pueden hacer otros procedimientos para aliviar la presión sobre la columna vertebral o reparar vértebras fracturadas. La espalda también se puede estabilizar mediante la fusión de algunas de las vértebras.
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Algunos otros tratamientos que pueden resultar útiles para algunas personas son la acupuntura y la atención quiropráctica.
¿Qué puedo hacer para prevenir la compresión de la médula espinal?
Hay muchas causas de compresión de la médula espinal que no se pueden prevenir. Para prevenir los síntomas de compresión de la médula espinal causada por el desgaste gradual, puede mantener los músculos y los huesos de la espalda lo más fuertes y saludables posible.
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Haga actividad física con regularidad. La actividad física permite fortalecer los músculos que sostienen la espalda y mantener la columna vertebral flexible.
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Mantenga una buena postura y aprenda a levantar objetos pesados de forma segura. Otras buenas mecánicas corporales incluyen dormir en un colchón firme y sentarse en una silla que soporte las curvas naturales de la espalda.
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Mantenga un peso saludable. El exceso de peso ejerce más presión sobre la espalda. Puede contribuir al desarrollo de síntomas de compresión espinal.
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Siga una dieta bien equilibrada.
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No fume.
¿Cómo se controla la compresión de la médula espinal?
La mejor manera de controlar la compresión de la médula espinal es aprender todo lo que pueda sobre la afección, trabajar en estrecha colaboración con los proveedores de atención médica y con los cuidadores y desempeñar un papel activo en el tratamiento.
Mantenga la espalda lo más saludable posible. Mantenga un peso saludable. Practique una buena mecánica corporal. Haga actividad física con regularidad.
Remedios caseros simples, como una bolsa de hielo, una almohadilla térmica, un masaje o una ducha larga y caliente, pueden reducir el dolor.
Los complementos nutricionales glucosamina y condroitina se recomiendan como complementos nutricionales para personas con artrosis. Pero los estudios recientes no son alentadores. Pregúntele al proveedor de atención médica si le recomienda algún suplemento. Siempre consulte sobre cualquier tratamiento o medicamento alternativo que le gustaría probar.
¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica?
La compresión de la médula espinal o el síndrome de cola de caballo (compresión del haz de nervios en la parte inferior de la columna vertebral) son una emergencia médica. Llame al proveedor de atención médica o vaya a la sala de emergencias si tiene los siguientes síntomas:
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Pérdida repentina del control de los intestinos o de la vejiga
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Entumecimiento intenso o en aumento entre las piernas, en la parte interna de los muslos y en la parte posterior de las piernas
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Dolor intenso y debilidad que se extiende a una pierna o a ambas, lo que dificulta caminar o levantarse de una silla
Información importante sobre la compresión de la médula espinal
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La compresión de la médula espinal se debe a una afección que ejerce presión sobre la médula espinal.
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Los síntomas, como el dolor, el entumecimiento o la debilidad en brazos, manos, piernas o pies, pueden aparecer de forma gradual o más repentina, según la causa.
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Por lo general, la compresión de la médula espinal se alivia con medicamentos, fisioterapia u otros tratamientos. Excepto en casos de emergencia, la cirugía suele ser el último recurso.
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Lleve un estilo de vida saludable para mantener la espalda sana. Esto incluye mantener un peso saludable, tener una alimentación bien equilibrada, no fumar y hacer actividad física con regularidad.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:
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Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
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Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
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Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
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En la consulta, anote el nombre de cualquier diagnóstico nuevo y de las pruebas, los medicamentos o los tratamientos nuevos. También anote las instrucciones nuevas que el proveedor le dé.
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Sepa por qué se indica un tratamiento o se receta un medicamento y para qué sirven. Conozca los efectos secundarios.
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Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.
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Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
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Sepa qué esperar si no usa el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.
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Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
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Sepa cómo comunicarse con el proveedor de atención médica si tiene preguntas.