Ejercicios de deglución: cómo hacer ejercicios para levantar la laringe
¿Qué son los ejercicios para levantar la laringe?
Estos ejercicios se hacen para poder tragar mejor. Son un tipo de tratamiento que se sigue si tiene problemas para tragar (disfagia). Los ejercicios permiten aumentar la fuerza y la movilidad de los músculos de la laringe con el tiempo. Esto sirve de ayuda para poder tragar. Estos ejercicios a veces se combinan con otros tipos de ejercicios para tragar mejor.
Antes de tragar, debe masticar la comida hasta lograr un tamaño, una forma y una textura que pueda tragar. Cuando traga, este material pasa por la boca y por dos partes de la garganta que se llaman faringe y laringe. Luego, la comida o el líquido atraviesan un tubo largo (esófago) antes de entrar en el estómago. Este movimiento requiere de una serie de acciones que deben realizar los músculos de esas zonas.
Cuando respira, el aire pasa también por la faringe y la laringe. Luego baja por un tubo largo (tráquea) antes de llegar a los pulmones. Un tejido pequeño que se llama epiglotis funciona como una tapa y cubre la tráquea cuando traga comida o líquido. Esto es para que la comida o los líquidos no entren a la tráquea ni a los pulmones.
La debilidad muscular en estas zonas puede dificultar la deglución adecuada. Probablemente un fonoaudiólogo le indique ejercicios de deglución específicos para que pueda tragar mejor. Los ejercicios de deglución aumentan la fuerza, la movilidad y el control de estos músculos. Con el tiempo, puede ayudarlo a volver a tragar normalmente.
¿Por qué podría necesitar ejercicios para levantar la laringe?
Puede que necesite ejercicios para levantar la laringe si tiene disfagia. Esta afección puede causar que la comida o los líquidos entren en las vías respiratorias y en los pulmones (aspiración). Esto puede ocasionar neumonía y otros problemas. Por eso, es importante detectar y tratar enseguida la disfagia si la padece.
Algunas afecciones médicas pueden causar disfagia. Por ejemplo:
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Ataque cerebral
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Problemas dentales graves
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Lesiones en la boca
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Afecciones que reducen la cantidad de saliva, como el síndrome de Sjögren
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Enfermedad de Parkinson u otra afección del sistema nervioso
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Distrofias musculares
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Bloqueo del esófago, por ejemplo, a causa de un tumor
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Antecedentes de radiación, quimioterapia o ambos en el cuello o la garganta por cáncer
Es más probable que el fonoaudiólogo le indique hacer ejercicios para levantar la laringe si cree que tiene una disminución en el movimiento de la laringe que le genera problemas en la fase de la deglución donde interviene la faringe. Esto puede ocurrir, por ejemplo, debido a un cáncer de cuello o después de un ataque cerebral.
¿Cuáles son los riesgos de los ejercicios para levantar la laringe?
Estos ejercicios son seguros. Si siente alguna molestia durante los ejercicios, puede dejar de hacerlos. Informe de inmediato a su proveedor de atención médica o terapeuta. No haga estos ejercicios a menos que alguien del equipo médico se los indique.
¿Cómo me preparo para hacer ejercicios para levantar la laringe?
Antes de empezar a hacer los ejercicios, quizá deba cambiar la postura del cuerpo. Pregunte al proveedor de atención médica o al fonoaudiólogo cuál es la mejor postura para hacer el ejercicio. El fonoaudiólogo le dará instrucciones para hacerlo, de ser necesario. Por ejemplo, es posible que sea mejor hacer los ejercicios fuera de la cama.
También es útil eliminar las distracciones del ambiente. Apague la televisión y haga los ejercicios en un momento que no haya visitas. Así podrá concentrarse en los ejercicios y obtener los mejores resultados. Puede hacer los ejercicios en cualquier momento que le resulte cómodo. Su fonoaudiólogo le dará indicaciones de si necesita hacer algún otro preparativo.
¿Qué sucede durante los ejercicios para levantar la laringe?
Los ejercicios dependen de la naturaleza específica de su problema de deglución. Por ejemplo, el problema puede estar en la segunda fase de la deglución. En esta fase, el alimento está en la faringe. Si es así, podría servirle trabajar los músculos de la laringe. Los ejercicios para levantar la laringe ayudan a que la comida baje con normalidad por la faringe hasta el interior del esófago. Si tiene problemas con otras etapas de la deglución, el fonoaudiólogo podría darle otros ejercicios de deglución.
Puede hacerlos en su habitación del hospital o en casa. A menudo, puede hacerlos por su cuenta, pero también puede practicar con un proveedor de atención médica.
El fonoaudiólogo puede mostrarle los ejercicios que debe hacer y explicarle con qué frecuencia hacerlos. Por ejemplo, puede pedirle que haga lo siguiente:
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Maniobra de Mendelsohn. Comience a tragar. Use los músculos de la garganta para detener la nuez de Adán, que también se conoce como laringe, en su punto más alto durante algunos segundos. Al principio, quizás le resulte útil usar los dedos para mantenerla arriba hasta que comprenda el movimiento que implica. Luego, termine de tragar al permitir que la nuez de Adán regrese a su posición de descanso.
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Ejercicio de falsetto. Emplee su voz para subir por la escala vocal tan alto como pueda, hasta alcanzar el tono más alto y agudo que pueda. Sostenga la nota alta por varios segundos con toda la fuerza que le sea posible. Mientras lo hace, puede subir suavemente la nuez de Adán.
Ambos ejercicios lo ayudarán a levantar la laringe, lo que puede mejorar su forma de tragar.
El fonoaudiólogo puede decirle cómo hacer cada ejercicio y con qué frecuencia. En muchos casos, deberá practicar los ejercicios varias veces al día para tener mejores resultados.
Probablemente hará ejercicios para levantar la laringe junto con otros tipos de ejercicios para mejorar la forma en la que traga. En ese caso, hágalos todas las veces en el mismo orden. Eso lo ayudará a no olvidarse de ningún ejercicio.
¿Qué ocurre después de hacer ejercicios para levantar la laringe?
Puede regresar a sus actividades normales de inmediato después de terminar de practicar los ejercicios que le hayan indicado.
Como parte del plan de tratamiento, el proveedor de atención médica y el fonoaudiólogo pueden indicarle otros tratamientos. Algunos pueden incluir hacer cambios en la alimentación o en la postura al comer, tomar medicamentos o someterse a una cirugía.
Es recomendable llevar un registro de cada vez que hace sus ejercicios de deglución. Sirve como un recordatorio para hacerlos según las indicaciones médicas. También le dará información valiosa sobre su progreso a su fonoaudiólogo. Anote qué ejercicios hizo y cuándo los hizo. También, anote cualquier problema para hablarlo con su fonoaudiólogo.
El fonoaudiólogo y el equipo médico pueden modificar los ejercicios a medida que vean sus progresos en el tiempo. Es posible que le hagan exámenes clínicos de deglución. Y puede que deba hacerse otras pruebas, como una evaluación de la deglución por fibroscopía óptica (FEES, por su sigla en inglés). En esta prueba, se introduce un endoscopio muy fino y flexible a través de la nariz para observar la garganta mientras se traga.
Es posible que tarde algunas semanas en notar mejoras en la deglución. A medida que su capacidad de tragar mejore, el riesgo de aspiración se reducirá. Es posible que su fonoaudiólogo modifique su dieta y le permita volver a comer determinados tipos de alimentos. Esto puede mejorar su nutrición, su salud general y su calidad de vida. Quizás siga teniendo problemas para tragar, incluso después de haber practicado estos ejercicios con regularidad. Su fonoaudiólogo le dirá qué tipo de avances puede esperar.
Continúe practicando todos los ejercicios de deglución según las instrucciones del fonoaudiólogo. Obtendrá mejores beneficios si sigue la terapia exactamente como le indicaron. Su avance será menor si saltea sesiones de práctica. Colabore estrechamente con todos los integrantes de su equipo de atención médica. Esto mejorará las posibilidades de obtener buenos resultados.
Próximos pasos
Asegúrese de saber lo siguiente antes de aceptar someterse al procedimiento:
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El nombre de la prueba o del procedimiento
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Los motivos por los que se realiza la prueba o el procedimiento
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Los resultados que puede esperar y qué significan
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Los riesgos y los beneficios de la prueba o del procedimiento
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Los efectos secundarios y las complicaciones posibles
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Cuándo y dónde le realizarán la prueba o el procedimiento
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Quién es la persona que realizará la prueba o el procedimiento y cuáles son sus conocimientos o experiencia
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Qué sucedería si no se realizara la prueba o el procedimiento
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Las pruebas o los procedimientos alternativos disponibles
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Cuándo y cómo obtendrá los resultados
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A quién llamar luego de la prueba o del procedimiento en caso de tener preguntas o problemas
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Cuánto deberá pagar por la prueba o el procedimiento